Uno de mis postres favoritos para el verano es, sin duda, la panna cotta. Podemos hacerla de muchos sabores, casi diría que de todos los que nos apetezcan ( no he probado a hacerlos de chorizo). Por eso teniendo mucho coco rallado en casa y teniendo aún más calor, decidí juntar la panza corta y el coco y el resultado sin ninguna duda, mereció la pena. Si os encanta el coco tanto como a mi, y se lo echaríais hasta a la sopa que hace vuestra madre, os invito a que probéis este postre italiano tan refrescante para estos días calurosos, aunque para cualquier época del año queda bien.
Ingredientes
- Leche entera – 50 ml
- Nata líquida 35% m.g – 200 ml ( 1 vaso)
- Azúcar moreno/blanco – 60 gr
- Coco rallado – 60/70 gr
- Gelatina en láminas – 2 hojas
- Frutos rojos congelados o frescos – opcional
Preparación
Primero en un vaso con agua fría metemos las hojas de gelatina sin sabor para que se ablanden, las dejamos ahí. En un cazo a fuego medio, echamos la leche y la nata y cuando notemos que se calienta y va a empezar a hervir, echamos el azúcar, ya sea moreno o blanco y removemos hasta que notemos que se disuelve. A continuación añadimos el coco rallado y mezclamos bien. Apagamos el fuego y echamos las hojas de gelatina que debemos escurrir previamente del agua. Removemos bien para que la gelatina se deshaga y no queden grumos.
Servimos en los recipientes donde queramos presentar la panna cotta y metemos al refrigerador hasta que coja consistencia. Podemos decorar con alguna mermelada o frutos rojos como en mi caso.